Despide el mes Patrio con la señora Presidenta
La cotidianidad y rapidez a la que nos tiene acostumbrados esta gran ciudad hace que pocas veces tengamos la oportunidad de relajarnos y tomarnos un respiro sólo para disfrutar de un buen espectáculo que nos haga olvidarnos de nuestras preocupaciones y nos saque una que otra carcajada.
La señora presidenta es una obra emblemática que se ha apoderado de distintos recintos del país desde ya hace algunas décadas, pero, ¿realmente vale la pena gastar parte de tu añorada quincena en un boleto para ir a verla? Aquí te dejo mi opinión.
La historia es originaría de París y data del año 1981. En la que el conflicto principal es el reencuentro de unos gemelos (mujer y hombre, encarnados por Héctor Suárez) quienes después de muchos años vuelven a tener contacto con el único propósito de arreglar un asunto burocrático de papeles oficiales, pero es debido a este súbito encuentro que las cosas se comenzarán a complicar ya que ambos descubren secretos que cambiarán por completo su vida.
A finales del año pasado, justo un año después del fallecimiento del primer actor Gonzalo Vega, se hizo pública la noticia de que La Señora Presidenta, obra de teatro estelarizada por más de veinte años por el citado actor, regresaría a los escenarios de la República Mexicana, pero esta vez protagonizada por un grande de la comedia, el señor Héctor Suárez y bajo la dirección de su hijo Héctor Suárez Gomís.
Cosa que a más de uno nos tomó por sorpresa, pues arriesgarse a montar una obra que por tantos años fue interpretada magistralmente por un mismo actor, no se veía nada fácil.
Para poder presenciar este clásico de las carteleras teatrales en México, tuve que dirigirme al Teatro Aldama, recinto ubicado en la colonia San Rafael, para ser más específicos, a unas cuantas calles del Monumento a la Revolución. El tráfico es un factor importante que debes tomar en cuenta ya que al estar ubicado en el centro de nuestra caótica ciudad, el arribo a este lugar puede tomarte más de lo que tenías contemplado, así que sal con tiempo.
Una vez instalado en mi asiento, las expectativas eran altísimas, sobre todo por ver, como ya dije, a una de las leyendas más grandes de la comedia mexicana, Don Héctor Suarez, sin embargo, conforme fue transcurriendo la puesta en escena mi decepción iba creciendo.
La escenografía es un tanto simple, el vestuario deja mucho que desear y lo que más me impacto es ver a un Héctor Suárez incómodo y forzado, en un papel que quizá y solo quizá no le va tan bien como otros a los que nos tiene acostumbrados, pero solo es cuestión de percepción.
Al parecer, “la sombra” de la antigua Señora Presidenta sigue muy presente en mi cabeza y en muchos de los asistentes que como yo, no pudieron disimular su aburrimiento.
Los horarios y costos para ver La Señora Presidenta son los siguientes: Viernes 20:00 horas, sábados 17:30 y 20:30 horas y domingos 17:30 y 19:30 horas y los boletos van de $450 a $900 pesos.
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