En México, hemos tenido la alegría de contar con diversos artistas que son nombres con reconocimiento internacional en el mundo actual, en los museos de México y el mundo; hoy te hablaré de 5 grandes pintores mexicanos del siglo XIX.
La pintura es una de las artes más antiguas de México. Esta forma de expresión siempre ha acompañado al país, desde las más antiguas pinturas rupestres en la península de Baja California, pasando por épocas históricas como la Colonia, hasta la actualidad.
Marcado por la formación de la identidad del México independiente, hay personas detrás con visiones asombrosas, ¿nos acompañas a verlos?
Definitivamente, es considerado el pintor mexicano más destacado del siglo XIX. Mexiquense de nacimiento, su enfoque siempre fue el paisajismo. En sus obras puede apreciarse muy buena técnica y atención a los detalles peculiares que muestran escenas de esta época desde una perspectiva única.
Además, se destaca su gusto por plasmar paisajes de una variedad de lugares en el país, sobre todo del Estado de México. Siempre buscando expresar una visión no liberal ni conservadora, sino auténtica para él.
Gracias a sus aportaciones frescas a las artes plásticas de mediados del siglo, fue una influencia para muchos otros pintores del siglo XX. También fue condecorado en ciudades como París y Chicago mientras vivía.
Nacido en Guanajuato, es uno de los artistas más destacados que no salió de la élite de la Ciudad de México. Lo que es más, aprendió toda su técnica por cuenta propia y no se formó en alguna escuela.
Como consecuencia de ello, en sus pinturas hay una fuerte influencia del realismo; es decir, que retrata de una forma más sencilla y sin “maquillar”.
La mayoría de ellas consisten en retratos de la clase social media a lo largo y ancho del país. Este interés por la vida cotidiana de una buena parte de la población, refleja una manera especial de visualizar la identidad mexicana.
Un importante discípulo del maestro barcelonés Pelegrín Clavé, por lo que estudió en la Academia de San Carlos que más tarde se convertiría en la Escuela de Bellas Artes.
Como otros contemporáneos, Obregón representa escenas históricas de una manera idealizada, con influencias por parte del neoclasicismo europeo que perdura a lo largo del siglo en México. Un claro ejemplo es su obra más reconocida: El descubrimiento del pulque (1869), donde retrata a Xóchitl ofreciendo esta bebida al rey de los Toltecas, Tepalcatzin, de modo que recuerda bastante a alguna escena de héroes griegos.
Otro egresado de la Academia, gracias a que fue en estudiante destacado, terminó sus últimos estudios en Roma.
En sus pinturas, se destacan las escenas bíblicas y de temática religiosa. De esta manera, exalta la religión católica como un elemento de mucha importancia en la formación de la identidad mexicana. Claro, siempre con ese estilo que caracteriza a los discípulos de la Academia.
Originario y fallecido en Guadalajara, también fue un artista de carácter independiente, que se enfocó en gran parte a los retratos de gente local y también de algunos cargos medios y altos.
El jalisciense demuestra practicidad en su obra, resaltando en particular qué valor tiene la indumentaria de sus modelos al momento de retratarlos.
Ahora dime, ¿Cuál es tu favorito y por qué?
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