Pastel de 30 años, ¡Muchas Felicidades Fobia!
Viernes 21 de septiembre… ¡Por fin llegó el día! Después de años de larga espera, muchas preguntas sin resolver y decenas de rumores alrededor de la separación o más bien, del cambio de integrantes que sufrió la banda, a finales del año pasado, después de tirar varias pistas de que algo sucedería, en una sorpresiva rueda de prensa, El Pastel de 30 años, ¡Muchas Felicidades Fobia!, la gira con la que conmemorarían su cumpleaños número 30 como banda.
Y con ello, la oportunidad de ver de nuevo juntos, en un mismo escenario, a Iñaki, El Chá, Paco Huidobro, Jay de la Cueva y Leonardo de Lozanne, sonando las mejores canciones de una de las bandas más emblemáticas de la historia del rock en nuestro país.
Se acercaba la hora, para que comenzara el segundo de dos shows que la banda ofrecería en el Palacio de los Deportes y mi nerviosismo aumentaba, ya solo faltaban veinte cortos minutos para las nueve de la noche y yo me encontraba atrapado en medio del insoportable tráfico de viernes por la noche, desesperado por no perderme ni una sola rebanada de ese suculento Pastel. Afortunadamente, logré llegar sólo con algunos minutos de retraso y para mi fortuna, Fobia aún no estaba en el escenario.
Cerca de las 9:25 las pantallas anunciaban el inició de lo que sería una noche inolvidable y de un momento a otro “El Diablo” comenzó a sonar y el lugar se llenó de una energía impresionante que provenía del escenario. Después de “2 corazones”, “Dios Bendiga a los Gusanos”, “Plástico” y “Camila”, Leonardo, vocalista de la agrupación, tomó el micrófono para saludar al público, a quienes además, agradeció la asistencia y la complicidad.
Para deleite de los fans más recalcitrantes, sonaron uno tras otro éxitos del primer álbum de la agrupación, como “La Iguana”, “Pudriendo”, “Corazón en Caracol” y “Puedo Rascarme Solo”; y continuaron con canciones como “Miel del Escorpión”, “Pepinillo Marino”, “Fiebre”, “Caminitos Hacia el Cosmos” y desde luego, “El Microbito”, un clásico del rock mexicano que puso a saltar a todos los asistentes en el domo de cobre.
Después de corear 19 canciones, los fans tomamos un descanso, el cual se vio interrumpido por la energía de “Rosa Venus”, “No eres yo”, “Muy maniaco de mi parte” y “Descontrol”, entre otras, para este punto de la noche, la comunión entre el público y lo que estaba sucediendo en el escenario era impresionante.
Sin lugar a dudas, el momento cumbre del show, se vivió cuando Jay de la Cueva tomó la guitarra acústica, para tocar “Hipnotízame” y “Vivo”, la química que por momentos se percibía entre los integrantes de la banda y la voz de 17,000 personas cantando al unísono, me erizó la piel y me hizo recordar, inevitablemente, los viejos tiempos.
El show culminó con la energía de “Veneno Vil” y “Hoy tengo miedo” y un público entregado por completo a Fobia, quienes al dejar sus instrumentos se fundieron en un emotivo abrazo y pasaron unos minutos más en el escenario agradeciendo a sus fans por brincar, bailar y emocionarse con ellos. Sin duda una noche que quedará para la historia en la que la banda dejó muy en claro por qué serán siempre una de las bandas de rock mexicanas más exitosas de la historia.
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