(Photo via The Good Catholic Facebook page)
Este 17 de agosto, disfruta en la pantalla grande de una película llena de controversias, promesas, amor y decisiones difíciles; Te tengo una opción para la tarde lluviosa, «Amar o Predicar,» te doy una reseña. Pocas veces se ven tramas tan mixtas como ésta.
Vale la pena palomear un rato con Amar o Predicar, esta divertida historia convergente de las vidas del padre Daniel, Ollie y Víctor; quienes son tres sacerdotes católicos que viven juntos en una parroquia.
El padre Ollie es un fanático de la comida, quien también disfruta de ver los juegos de baloncesto de la Universidad de Indiana. El padre Victor, el más anciano de todos, vive dedicando su vida a la iglesia y a los hábitos cristianos que demanda el lugar; pocas veces o casi nunca sale de todo esto. Y el padre Daniel, protagonista de esta trama, es todo un atleta que corre todos los días y quien se dedica a la vida sacerdotal debido a una promesa que hizo después de la muerte de su padre.
La historia da un giro de 180’ cuando el padre Daniel conoce a Jane en un confesionario, una hermosa mujer que se mueve por sus creencias, el mundo y sus ideales. Ella le dice que es músico y que está muriendo. Ella es nueva en lo de la iglesia pero a lo largo de las semanas se hacen amigos hasta el punto donde ellos invierten sus roles y ella quiere que se desahogue. Él le dice que está feliz de ser un hombre de Dios y ayudar a las personas, pero que no ve a Dios
El padre Daniel comienza a enamorarse de Jane y empieza una guerra interna dentro de él por decidir si cumplir la promesa que le hizo a su padre al morir de ser sacerdote y predicar la palabra de Dios o de seguir su corazón.
Los padres Victor y Ollie de espíritu libre, intentan ayudar y guiar al joven Daniel mientras se ve obligado a confrontar todo lo que cree. A lo que cada sacerdote da un sermón. Daniel enseña que la muerte da sentido a la vida; promulgando que se debe disfrutar la vida ahora porque todos morimos. El padre Ollie enseña sobre la compasión; donde dice que todos necesitamos compasión que significa sufrir con otro. El padre Victor predica que nadie ve a Dios, sino que vive dentro de cada uno de nosotros. Dios es amor. Encuentra a Dios en el amor del hombre. Dios, el amor y el hombre son uno.
Sin duda, Amar o Predicar tiene una trama absorbente y divertida donde el ambiente de la película no sólo se reduce al corte religioso, sino al de la comedia y el drama. Una tarde palomera con Amar o Predicar suena como una buena opción en una tarde de lluvia como lo han sido estos días.
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