El abc LGBT+ para principiantes que debes conocer
Saliste del closet o simplemente eres una persona que quiere acompañar a un amigo o familiar en este proceso. Incluso puede que simplemente sólo desees formar parte de este entorno, sumarte a él o comprenderlo. Pero hay una barrera: el lenguaje que necesitas conocer.
Consideremos que, durante décadas, la vida LGBT era subterránea. Oculta entre pasillos, escondites y, claro, clósets. Era necesario tener un lenguaje propio para pasar desapercibido ante una sociedad machista y homofóbica. Posteriormente lo que antes era un código para esconderse pasó a ser una medalla de honor. Una muestra de orgullo. Y se vale, por supuesto. Aunque para los recién llegados, por una causa u otra, puede ser complejo al principio.
– Para eso estamos:
Para poder contarte del lenguaje que se habla en las fiestas, celebraciones y demás momentos de la vida LGBT. Algunas de estas palabras trascendieron la comunidad para hacerse entender o para ganar nuevos significados en la sociedad general. Por ello siempre es bueno saber de dónde vienen.
– Buga:
Es la palabra más básica de esta jerga. Significa heterosexual, ni más ni menos. No sólo se refieren a personas, también a lugares o conceptos. Es muy necesaria esta distinción, porque no todas las personas buga se adaptan muy bien al ambiente LGBT. Y no en todos los lugares buga se recibe con los brazos abiertos a personas de la comunidad.
– Lencha:
Es una palabra, dependiendo de la situación, amistosa u hostil para referirse a una lesbiana. Se deriva no sólo de las letras iniciales de la palabra de origen, sino porque Lencha suele ser un apodo de mujeres rudas o toscas. Al menos, obvio, en el imaginario popular. De ahí que el límite entre la amabilidad y la agresión sea muy fino.
– Chichifo
Esta palabra nació en el ambiente LGBT y ya trascendió a la sociedad general. Un chico bonito o bien parecido, vinculado con un hombre mayor y de dinero, suele ser llamado así. ¿La razón? Porque le pide a su pareja “chichi”. Es decir, dinero sin trabajar. Un hombre hetero mantenido por su pareja también suele ser llamado así fuera del ambiente. Los términos “sugar daddy” y “sugar baby” suelen ser muy elegantes para el significado peyorativo que este término busca representar.
– Bicho
Antes de marzo de 2020 esta palabra refería al VIH. Pese a las campañas de concientización y aunque los avances médicos no permiten que cobre las vidas de antaño, aún hay miembros de la comunidad muriendo por SIDA. Más con los organismos gubernamentales dando menos apoyo para la adquisición de retrovirales. Naturalmente, con el COVID-19, el significado mutó cual virus y ahora se refiere, generalmente, a la reciente pandemia.
– Chacal
Empezó en el ambiente LGBT y, a través de amistades, terminó en las pláticas de señoritas. ¿Ubicas a ese hombre que, pese a ser monero y un poco tosco, su pinta ruda lo hace verse atractivo? Bueno, ese es el chacal. El stand up de Mónica Escobedo en Comedy Central es testimonio fiel de cómo pasó del ambiente LGBT a la sociedad general.
– Oso
Cuando pensamos en un hombre homosexual la imagen que viene a la cabeza es la de un varón delicado o afeminado. Un oso es la persona que desafía la imagen. Pelo en pecho, gesto adusto, un poco de sobrepeso. Un varón común, claro. Pero con el derecho de cualquiera a vivir abiertamente su sexualidad. Y sí, este patrón es el preferido de muchos.
– Comadre
Sea o no mujer, una comadre es una amiga muy cercana. Como la comadre de tu mamá, que para ella lo es aunque jamás haya sido tu madrina de nada o pese a que quizá ni tengas bautizo.
– Loca
Estamos hablando de un hombre homosexual muy afeminado, a un punto que a otros miembros de la misma comunidad les parece excesivo. O, cuando menos, hacen ver este “exceso” (a veces en broma) utilizando esta palabra. El vestir de mujer puede o no estar incluido en la ecuación.
– Trailera
Una lesbiana que a ojos de sus pares (o no) es excesivamente masculina en su actuar. Una herencia de la serie de películas mexicanas de acción y cotorreo Lola la Trailera, protagonizadas por la ruda Rosa Gloria Chagoyán (cuyo nombre fuera del personaje es casi anónimo para la mayoría de la población).
– Musculoca
Sí, el cuerpo musculoso y ejercitado puede lucir muy varonil. Aunque, por lo mismo, resulta atractivo para la población homosexual. Si a esto le acompañamos un comportamiento afeminado, tenemos la receta para tener este personaje. Sí, es otra palabra peyorativa utilizada en femenino. No, la comunidad LGBT no está exenta de machismo.
– Ambiente
Parece una obviedad, pero se refiere (sin hacer mención específica) al ambiente LGBT. Recordemos que durante años señalar que algo era LGBT+ de manera abierta podría tener consecuencias serias. Así que se limitó al muy implícito “de ambiente” o “del ambiente”. Si tu estás en un bar y te preguntan ¿eres de ambiente? ahora sabes que responder.
– Vestida
Es una persona travesti. No, no una persona transgénero. En específico travesti. Puede ser por gusto, por placer, por fetiche que se visten de mujer. Nótese, de nuevo, la intención ofensiva en una palabra femenina.
– Pájara
Estamos hablando de un varón que no sólo tiene comportamientos afeminados muy marcados. Sino que además no tiene miedo de mostrarlos: con ropa muy entallada, zapatos que desafían lo unisex o son abiertamente femeninos, bolsos de diseñador (o imitación), cabello muy arreglado. Ah, y un culto muy especial por las celebridades y socialités anglosajonas. Llegan a referirse a sí mismos y a otros varones en femenino. Esto, sin embargo, no representa necesariamente que sean travestis.
-trera o -tera
No es una palabra, sino una terminación. ¿A dónde vas a ligar? ¿En qué zona de la ciudad te mueves? ¿Cuál es tu antro de preferencia? Si te reúnes con otros miembros de la comunidad en la Glorieta de Insurgentes, eres “Glorietera”. Si ligas en los vagones traseros del metro (o incluso tienes sexo ahí, como ha sido ampliamente documentado) eres “Metrera”. Vas a un antro como el Cabaretito, eres “Titera”. Sí, suena muy peyorativo. Porque lo es. Como casi todas las palabras en femenino.
– Entrón:
¿Recuerdas lo que dijimos del VIH? Bueno, hay personas que gustan de diversas prácticas sexuales de riesgo pese a las campañas de conciencia para evitarlas.
– Bareback
En el argot campirano estadounidense, el montar un caballo “bareback” es hacerlo sin silla de montar. “A pelo”. Se refiere a relaciones sexuales sin condón. Lo cual, vamos, contradice buena parte de los consejos que han dado activistas y autoridades de salud. Actualmente hay mecanismos y tratamientos para evitar el contagio de ETS a través de esta práctica, pero no deja de ser riesgosa.
– Dulcero
Vas a un antro gay. Consumes pastillas psicotrópicas y otros “caramelitos” de efectos similares para ponerte a tono con la música. Puede que no lo sepas, pero muy probablemente te has ganado este adjetivo ante otros miembros de la comunidad.
– Obvio
Su significado es, valga la adecuada redundancia, obvio. ¿Queda muy claro que perteneces a la comunidad LGBT? Pues eres un “obvio”. Una “obvia” para añadir el toque de injuria correspondiente a lo femenino.
Para la realización de este humilde glosario nos apoyamos, claro, en documentos como el Diccionario de la Revista Chilango. Sin embargo, también acudimos a foros y diversas páginas web en torno a la comunidad. En varias de ellas aparecen explicaciones de cómo usar estos términos, especialmente al momento de que un extranjero perteneciente a la comunidad desea hacerse entender en el ambiente del país.
Naturalmente es justo en esos casos donde se nota el choque cultural y, muchas veces, se dejen de manifiesto ciertos vicios que en otras partes y realidades del mundo serían diferentes. Ya sea porque México es muy liberal en este sentido respecto a otros países de Iberoamérica o, incluso, porque el vincular lo peyorativo con lo femenino sería inadmisible en otras latitudes.
Como en todo lenguaje, cada palabra tiene una intención. Y por ello, su uso tiene una responsabilidad. Utiliza los términos con respeto. A la comunidad le ha costado salir del clóset tanto como a ti. No dejes que esos esfuerzos se pierdan por un error en la comunicación.