Ruta Nevado- Valle el pretexto ideal para escaparte este fin

El fin de semana pasado tocó hacer un plan diferente, bueno para cuerpo y mente. A invitación de una amiga fui a una caminata a la Ruta Nevado- Valle y fue el pretexto ideal para escaparnos el fin. Te platico mi experiencia para que te animes a este gran plan y conozcas mejor nuestro México lindo y querido.

Fuente de la imagen: (Foto via Rutas y Raíces Facebook page)

Nuestros anfitriones fueron Alexander Winer y su Pastor belga, Kai, quienes son parte del equipo de Rutas y Raíces. Hace 2 años, Alexander, junto con Jerónimo Castrillón, fundaron esta empresa de ecoturismo que se dedica a crear experiencias que acerquen a la gente con la naturaleza y las comunidades que viven de ella, generando conciencia mientras se disfruta de una nueva aventura.

Fuente de la imagen: (Foto via Rutas y Raíces Facebook page)

Nos citaron a las 7:00 am en la Universidad Iberoamericana, de donde salimos en 2 camionetas hacia el Nevado de Toluca a iniciar nuestro viaje. Nuestra primera parada fue en La cabaña del oso, donde desayunamos unas quesadillas gigantes y deliciosas. La de requesón no tenía abuela y el café de olla tampoco.

Con barriga llena partimos al punto de inicio de la caminata. Antes de empezar estiramos, nos dieron una breve introducción y un lunch riquísimo para el camino. Aunque con esos sancks fue suficiente, si eres de buen diente te recomiendo llevar algo extra como unas nueces o barritas.

Fuente de la imagen: (Foto via Rutas y Raíces Facebook page)

El primer día caminamos 25 Km por un increíble bosque de árboles gigantes y frondosa vegetación que tiene un sendero marcado. El recorrido fue casi todo plano o de bajada, así que no se necesita mucha condición física para aguantar, pero sí llevar un estilo de vida algo activo. Durante partes del trayecto fui platicando con Mario, nuestro guía. Mario es originario de ahí, por lo que conoce el bosque como la palma de su mano; incluso nos enseñó el nombre de los hongos que iba recogiendo en el camino y cuáles eran comestibles.

Aproximadamente 7 horas después, llegamos a las cabañas del parque ecoturístico Corral de Piedra. Lo primero que hicimos fue estirar y meter nuestros cansados pies a la presa que se encuentra ahí. Después nos dimos un buen regaderazo con agua hirviendo y platicamos un rato. Aunque no conocía a casi nadie del grupo y todos eramos de distintas edades, se armo un ambiente muy divertido y todos nos llevamos de maravilla; así que no importa si te lanzas solo, seguro conoces gente increíble al igual que yo (aunque también es un gran plan armar grupo con todos tus amigos).

Fuente de la imagen: (Foto via Rutas y Raíces Facebook page)

Ya que estábamos todos limpios y calentitos, llego la hora de la comida. Como todas las experiencias de Rutas y Raíces, la comida fue preparada con ingredientes locales de la mejor calidad por las personas del lugar, y como era de esperar, estaba absolutamente deliciosa. Hay diferentes menús, así que no importa cuál sea tu tipo de alimentación, va a haber una opción para ti. Yo comí sopa de hongos con arroz y una trucha de la granja que tienen ahí y todo estaba buenísimo.

Fuente de la imagen: (Foto via Rutas y Raíces Facebook page)

Acabando, todos se fueron a la fogata que supongo que estuvo muy divertida porque escuchaba las risas, pero a mí me atrapó la cama y me dormí en aproximadamente 2 minutos.

Al día siguiente, desayunamos chilaquiles con huevo y frijoles, fruta, pan dulce y café de olla. Igual que todo lo demás, estuvo buenisísimo. Recargadas las energías, comenzamos nuestro segundo día de caminata a las 10 am.

Fuente de la imagen: (Foto via Rutas y Raíces Facebook page)

El recorrido del segundo día fue de 15 km y lo hicimos en 5 horas mas o menos, contando descansos. Este día fue mi favorito porque tuvimos que cruzar un llano inundado que estaba lleno de flores y ranas. Lo mismo hubiera sido no quitarnos los zapatos ya que justo antes de llegar a las camionetas se soltó la lluvia y nos empapamos. Felices fueron los que llevaban buen impermeable. Felices fuimos todos caminando descalzos en el lodo.

La última parada de la caminata fue la Gran Estupa en Valle de Bravo, un templo budista en el que cerramos el viaje con una meditación. Esto fue el broche de oro para una experiencia fuera de este mundo. Pero no me creas a mí, vívelo tú mimo, sal de la rutina y ponte en contacto con la naturaleza y contigo mismo.

Fuente de la imagen: (Foto via Rutas y Raíces Facebook page)

Para más información del viaje búscalos en redes sociales como @rutasyraices o entra a la página https://www.rutasyraices.com/ 

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