7 espeluznantes pueblos fantasma que visitar en México
¿Alguna vez has visitado un pueblo fantasma? Son esas poblaciones que, por motivos como los desastres naturales y el fin de la prosperidad de una actividad económica, sus habitantes abandonaron hasta haberse convertido en un lugar desolado y muchas veces escalofriante, por ello, acompáñame a explorar más sobre los 7 pueblos fantasma más espeluznantes de nuestro país, que en su mayoría, se han convertido en referentes turísticos nacionales, rodeados de decadencia, leyendas y supersticiones.
7.- Cerro de San Pedro, San Luis Potosí
El vestigio de una localidad que se fundó a partir de la explotación de oro y plata en las minas en los cerros, que data desde la época de la colonia. Tal fue la prosperidad económica por esta actividad, que la minería en la zona impulsó la fundación de la capital potosina.
Ahora, de los edificios abandonados sobresalen cactus y yuca, dándole un aire sepulcral. Sin embargo, el pueblo tiene poco más de cien habitantes a la actualidad. Pero la intriga por las partes deshabitadas, sigue atrayendo a turistas todo el año.
6.- Ojuela, Durango
Uno de los primeros asentamientos mineros, cuya historia se remonta a 1598 con el descubrimiento de oro, magnesio, plata y zinc en la zona. ¡Incluso antes que Durango y Coahuila se fundaran!
Pero la prosperidad económica llegó a su fin con las inundaciones a mediados del siglo XX, que terminó por desplazar a todos sus habitantes. Por el abandono y el clima, de las casas e iglesias quedan solo escombros lúgubres. El atractivo principal, es un puente colgante de más de 300 m de longitud y a una altura de vértigo, el cual puedes cruzar o bien, atravesar en tirolesa para los más atrevidos.
5.- Mineral de Pozos, Guanajuato
La historia de esta población en la región semidesértica es más que interesante, pues fue abandonada en dos ocasiones diferentes.
La primera fue todavía en el siglo XVI, cuando el proyecto minero de los colonizadores se abandonó a la fuerza por los habitantes chichimecas de la región. El segundo esplendor duró hasta la Revolución, cuando la guerra desplazó una vez más a los pobladores.
Ahora es un destino turístico importante, donde puedes alojarte en una de las viejas casonas y hacer recorridos sobre las escalofriantes ruinas mineras y las lujosas haciendas desoladas.
4.- Misnebalam, Yucatán
En su prosperidad, este hacendado henequenero tuvo 170 habitantes, pero los últimos abandonaron la localidad en 2005.
La historia se remonta al asesinato del poderoso hacendado Don Fidencio, por un ajuste de cuentas, en 1921. A partir de ahí y sumado a otros factores como la falta de agua, el agave no fue suficiente para mantener la economía y a sus pobladores, que migraron a zonas más prósperas.
Ahora Misnebalam es conocido por las diversas leyendas de fantasmas que supuestamente rondan y hasta han sido objeto de programas de sucesos paranormales, como el de un monje vestido de negro que se aparece en el techo de la iglesia o de un niño conocido “Juliancito”.
3.- Guerrero Viejo, Tamaulipas
A sólo un paso de la frontera con Texas, este pueblo de reducido tamaño tuvo que ser evacuado en 1953 para la construcción de la Presa Falcón, del Río Bravo, que inundó todos los edificios.
Cuando el embalse es alto, la escena es impresionante, pues la cúpula de la Iglesia de Nuestra Señora del Refugio y algunas ruinas salen a flote en el agua. El lugar puede visitarse cuando el embalse es bajo, siendo evidente el paso de los años y la humedad, un paisaje verdaderamente desolador y aterrador a oscuras.
2.- Real de Catorce, San Luis Potosí
El pueblo fantasma mexicano por excelencia, este abandono minero es Pueblo Mágico y ha salido en muchas películas, incluida La Mexicana (2001). Su nombre se debe a que está en el corazón de la sierra de Catorce, de hecho el único acceso es un impresionante túnel de dos kilómetros llamado Túnel Ogarrio.
Caminar por sus calles empedradas te lleva a muestras de arquitectura colonial como el Templo de la Purísima Concepción, de cantera rosa. Tampoco puede olvidarse la estatua del patrono San Francisco, que es visitado por decenas de miles de peregrinos cada año.
Pero eso sí, no se puede evitar sentir escalofríos al ver todas las edificaciones dejadas a merced de la naturaleza en los largos recorridos turísticos.
1.- San Juan Parangaricutiro, Michoacán
El origen de los trabalenguas de Parangaricutirimícuaro, antiguo nombre de este pueblo, que ubicado en la ladera del Paricutín, despareció del mapa tras la erupción del mismo en 1943. Horroriza imaginar el pánico de sus habitantes al poder tomar sólo unas pocas pertenencias y huir del peligro inminente.
Por si fuera poco, el único edificio que sobrevivió a la destrucción total fue la iglesia, cuya torre sigue en pie. Claro, ésta rodeada de una lúgubre masa de ceniza (que siguió cayendo por años) y magma endurecido que caracteriza el paisaje inhóspito del viejo San Juan y del cual sin duda aún hay muchas leyendas por conocer.
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